Pues ahora toca esperar

Pues ahora…. a esperar.

En mi post anterior decía que no entendía a que cuento venía la presentación de las famosas listas de firmas, y sigo sin entenderlo. Aunque claro, yo soy muy corto de entendederas y estas cosas se me escapan. Pero pienso, no mucho que cansa, que el colmo es que se entreguen en el registro de la Cofradía (¿ha sido una metedura de pata llevarlas al Obispado?), cuando su Junta de Gobierno ya había presentado la dimisión al Obispo y pedir, de manera encubierta, “el cese” a quienes ya habían dimitido. 

Yo no soy un experto en nada y menos en la vida administrativo-política de la Iglesia. Mucho menos en el derecho canónico, pero si tengo claro que las Organizaciones de la Iglesia (cofradías penitenciales incluidas) dependen exclusivamente del Obispo, que por cierto es el que refrenda al Presidente. Otra cosa es que el Obispo permita, entre aquellas personas que pertenecen (no existen asociados) a la pastoral u organización que sea, una especia de elecciones o sufragios para elegir a la Junta de Gobierno entre aquellos que “voluntariamente” (no sé si me explico bien el matiz de voluntario) quieran ayudar a la labor catequética y evangelizadora de la Iglesia desde la Cofradía o la Pastoral que sea. Por lo tanto, la dimisión no se hace ante asamblea alguna, sino al propio Sr. Obispo si quien se va, como el caso que nos ocupa, resulta que es la Junta en bloque o el propio presidente. 

Repito no soy un experto en temas eclesiales y mis conocimientos no van más allá de ser lector de normas y una pequeña experiencia de colaboración en la Iglesia. Y supongo que algo debe de sonarle todo esto a quiénes recogieron las firmas (en muchos caso decían a quién solicitaban la firma que era para pedir una asamblea porque la Junta no la quería hacer), cuando van al Obispado con las listas; que por cierto, y hasta donde yo entiendo, y corregidme si me equivoco puesto que a mí nadie me presentó el folio para firmar, aunque es cierto que un cofrade me pasó una hoja escaneada, pero creo recordar que nadie aparece en el encabezamiento de la hoja de petición de firmas como promotor, ni están claros algunas otros conceptos, que cuando se piden firmas de esta manera, han de estar muy claros para evitar que se modifiquen los textos y el firmante tenga seguridad de lo que firme. Alguna triste experiencia hay en este sentido, aunque ya sé que no es el caso de quien o quienes promueven la recogida de firmas que nos ocupa

Lo importante es el motivo de la acción y no me creo que sea ni por falta de información por parte de la Junta, ni por mala gestión; pero se sabrá. Tampoco tengo claro que los estatutos contemplen la moción de confianza o de censura. Lo importante ahora es saber qué va a pasar una vez dimitida la Junta de Gobierno. De momento solo podemos apostar por cuál será la decisión del Obispo. En mi, como decía al principio, poco conocimiento de los entresijos administrativo-políticos de los Obispos me da que la situación de nuestra Cofradía en los últimos 8 o 10 años pudo haber llegado a un límite que haga saltar más de una alarma de preocupación, con el agravante de que durante este tiempo, prácticamente no se han dado pasos en la línea de la Pastoral de nuestro Obispo.

Hay un hecho cierto y es que desde que el Sr. Castro dimitió (por cierto que lo hizo al Obispo), hay un afán de ocupar su sitio por las mismas personas de manera insistente. Personas que han perdido, y con malos modos, una votación y que desde el día siguiente han estado incordiando, molestando, presionando y demás tácticas contra la Junta de Gobierno elegida, con el afán de desprestigiar a sus miembros y conseguir que se marcharan, sirviendo también como aviso, a la vez, a quien se le pasase por la cabeza presentarse. Lo mismo que hicieron, aunque de manera más sutil, con el comisariado del Sr, Tenreiro. Su argumento era que esta Junta no era capaz de “sacar adelante” la Semana Santa (que yo vi en las calles de Ferrol), ahora, ¿cuál es la razón? Pero concreta, no vaga; sin humo. Creo, sinceramente, que solo hay motivos personales. Y no soy el único, que a mí los pajaritos también me cuentan y, como sabéis, hay muchas personas (cofrades y apuntados, en este caso) que hablan más que respiran.

En fin, toca esperar (a la Iglesia, a veces les cuesta tiempo tomar sus decisiones y la Cofradía no creo que sea lo prioritario), a ver cómo va lo de los nuevos estatutos y demás cambios administrativos. Ahora viene Corpus, luego el verano… vacaciones… pues sí, toca esperar. Excelente y sano ejercicio el cultivar la esperanza, calma el espíritu. Y con esta reflexión personal, con la que ni quiero contestar tonterías a listillos, ni tampoco me meto a adivino, ni nada parecido. Ya falta menos para la Semana Santa del 2013. 

Un saludo a todos y a esperar.

CARLOS GARCÍA